La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.
No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar anide en tu cabellera.
Cuando bebas agua, recuerda la fuente.
Cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo.
Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre.
La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta.